8 Y dijo David a Urías: «Baja a tu casa y lava tus pies.» Salió Urías de
la casa del rey, seguido de un obsequio de la mesa real.
9 Pero Urías se acostó a la entrada de la casa del rey, con la guardia de
su señor, y no bajó a su casa.
10 Avisaron a David: «Urías no ha bajado a su casa.» Preguntó David
a Urías: «¿No vienes de un viaje? ¿Por qué no has bajado a tu casa?
11 Urías respondió a David: «El arca, Israel y Judá habitan en tiendas;
Joab mi señor y los siervos de mi señor acampan en el suelo ¿y voy a entrar
yo en mi casa para comer, beber y acostarme con mi mujer? ¡Por tu vida y
la vida de tu alma, no haré tal!»
12 Entonces David dijo a Urías: «Quédate hoy también y mañana te
despediré.» Se quedó Urías aquel día en Jerusalén y al día siguiente